Pollo a la canilla
Receta paso a paso de como preparar un pollo a la canilla, el pollo frito del restaurante La Bodega (Cádiz). En vídeo.
Nosotros solemos seguir la revista digital sobre Cádiz Cosas de Comé liderada por Pepe Monforte. Siempre nos ha gustado el tapeo del sur y en este sitio se rinde un auténtico culto, descubriéndonos tapas y nombres muy interesantes. El plato que hoy os traemos es uno de ellos, el pollo a la canilla. Yo me declaro muy fan del pollo frito, ese plato desprovisto de cubiertos, que se ha hecho en casa de mis padres hasta la saciedad y que atesora una gran salsa. Y claro, cuando vi este plato, de origen gaditano por supuesto, y que tenía un registro diferente, no dudé en prepararlo. El pollo a la canilla es un pollo frito con sabor a vino amontillado y un leve matiz picante. Delicioso.
Lo del nombre de 'a la canilla' no nos ha quedado muy claro de donde proviene. Canilla es un grifo que viene adherido a la cuba o tonel por el que sale el mosto o vino, y debe ser que como lleva bastante amontillado, es como si la idea hubiera surgido de macerarlo con el vino que salía de la canilla del tonel. Pero vamos, si alguien sabe exactamente el por qué de este nombre que nos lo diga.
Hemos visto que en algunas webs que le añaden laurel, incluso pimienta, no pasaría absolutamente nada por añadírselo, pero hemos querido ser fieles a la receta que vimos hará unos años en Cosas de Comé y posteriormente en youtube, vídeo que por aquí os dejamos.
Por último añadir que todo el mudo dice que el secreto de este plato es la maceración del pollo en el generoso, nosotros lo tuvimos 8 horas, pero en el vídeo comentan que habría que tenerlo 6 horas a la intemperie y luego 24 horas en la nevera. Hacerles caso. El caso es que hay que removerlo asiduamente para que las tajadas se impregnen del amontillado y se pongan borrachas y jugosas, partir la carne en trozos pequeños.
Vamos pues con la receta, para un Pollo a la Canilla para 2 personas
Ingredientes
- 2 pechugas y las alas de un pollo pequeño con su piel,
- 1 copa de vino amontillado (usamos de Montilla-Moriles),
- 4-5 dientes de ajo,
- 4-5 guindillas secas,
- aceite de oliva virgen extra
- sal.
Preparación
Lo dicho, cortamos las partes del pollo en cuartos, usamos un pollo de grano.
Las partimos en octavos y reunimos las tajadas que vayamos a usar, salamos las mismas.
Echamos los ajos partidos en 2 y con la piel. También las guindillas. Ya os hemos dicho en algunas ocasiones que las guindillas viejas pican muy poco, en ese caso añadir más.
Regamos de generoso, más o menos que se vea, no hace falta que cubra, removemos y dejamos macerar en la encimera las 6 horas que comentan.
Sacamos las tajadas del macerado, y los ajos, y los secamos con papel de cocina.
Listas.
Esto a continuación es opcional, freímos los ajos en el aceite caliente para que coja sabor. Una vez fritos los quitamos y reservamos (si se desea).
Echamos las tajadas de poco en poco, cuidado que el pollo al estar hidratado salta bastante en el aceite. Freír a fuego medio-fuerte.
Las pechugas estarán rápido, en cuanto doren, pero las alas no, dejarlas más rato incluso bajando un poco la potencia.
Opcionalmente echaremos el ajo y las guindillas por encima a modo de decoración, aunque los ajos se comen perfectamente.
El dorado no es de gran freidora, pero el pollo queda buenísimo. Servir con una buena ensalada.
Salud.
El autor es Mercado Calabajío
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