Evitar llorar con la cebolla

Métodos para no llorar con la cebolla.

A continuación te mostramos el manual definitivo para que no llores más cuando pelas la cebolla, si con todos estos métodos sigues llorando te aseguramos que te devolveremos el dinero. Sigue atentamente los consejos que te damos para que no llores nunca más al pelar la maldita pero riquísima cebolla.

Las gafas de piscina o esquí

Este es el método más usado y consiste en pelar las cebollas con las gafas de esquí o las gafas de piscina. El principio físico es evidente, los ojos quedan aislados herméticamente y así no lloras.

La cerilla en la boca

Pon la cerilla entre los dientes. Si hacer click sobre la imagen la verás más grande. El proceso es tan simple que puede resultar increíble que esto funciona pero si, la cerilla hace de "cortafuegos" y consigue que no llores al pelar la cebolla.

Ponerse un casco para no llorar

Este método es parecido a la de las gafas de natación pero es un poco más aparatoso ya que puede resultar molesto pelar las cebollas con un casco, pero también es bastante infalible, cuidado que no valen cascos abiertos deben ser integrales.

El limón también ayuda

Otra forma muy simple para dejar de llorar al cortar una cebolla es rociar con un poco de limón la tabla donde cortas la cebolla y el cuchillo que usarás para cortar la cebolla.

Cebollas sumergidas en agua y vinagre

Sumergir durante diez minutos las cebollas en agua caliente, junto a un chorro de vinagre. Una vez que transcurrió el tiempo ya se puede sacar y se puede pelar la cebolla sin problemas.

Pelar las cebollas bajo el agua

Por otro lado, abrir el grifo con un chorro de agua fría mientras se está haciendo el proceso del pelaje también es una alternativa muy recomendable. Hay muchos sujetos que no lo aconsejan, ya que no a todos le da un buen resultado, aunque con probarlo no se pierde absolutamente nada.

Pelar las cebollas con un cuchillo "especial"

La última variante que daremos es la de mojar el filo del cuchillo con vinagre. Luego, cuando se estemos cortando las cebollas notaremos que no estaremos llorando.

Artículo de Borja Lopez.