¿Y si se quema la comida?
Te explicamos cómo solucionar una catástrofe, es decir, qué hacer si se quema la comida.
¿Tenías la comida al fuego, te has despistado un momento y se ha quemado? Este es uno de los errores más comunes, pues a todos nos ha pasado alguna vez. Si se ha quemado la comida no desesperes, aunque no lo creas tiene solución. Existen una serie de trucos que pueden ayudarte a recuperarla y salvar la receta. Por supuesto, no son aplicables a todos los platos de comida, puesto que depende del tipo de alimento y quemado. Sigue leyendo este artículo y descubre qué hacer si se quema la comida.
Si la comida ha empezado a quemarse pero todavía no se ha terminado de cocinar, cámbiala de sartén o cazuela con mucho cuidado para evitar coger los trozos quemados. Es muy importante que antes de hacer el cambio de recipiente no remuevas la comida, puesto que mezclarías las partes aprovechables con las quemadas.
Si lo que estabas cocinando era un guiso, cocido, etc., y le quedaban escasos minutos para terminar de cocinarse, existe otro truco muy eficaz para quitar, además, el sabor a quemado. Tras hacer el cambio de recipiente, añade un poco de agua fría, coge dos trapos limpios, mójalos también con agua fría, escúrrelos, dobla uno de ellos y coloca la olla encima, con el otro tápala. Luego, mueve la olla con cuidado como si fuese un péndulo, es decir, de un lado a otro, no haciendo movimientos circulares. Deberás ir cambiando los trapos conforme se vayan calentando, puesto que deben estar fríos. Haz este proceso hasta que la comida se acabe de hacer.
Si la comida quemada es lentejas, u otras legumbres, un truco muy eficaz para eliminar tanto el olor como el sabor a quemado es añadir una hoja de lechuga y dejar que se cocine unos cinco minutos más. Pruébalo y si todavía sigues notando el sabor a quemado, añade un poco de agua y déjalo al fuego unos minutos más, verás como consigues recuperar tu comida quemada.
En el caso de los arroces quemados, lo que mejor funciona es hacer el cambio de recipiente, con cuidado de no pasar las partes quemadas, cortar media cebolla y colocar una de las mitades, con la parte cortada hacia abajo, lo más al fondo posible. Deberás cubrir la media cebolla con arroz. Tapa la cazuela y deja que repose hasta que dejes de notar el sabor a quemado.
Las patatas son un alimento muy absorbente, por lo que también es una buena opción para corregir el sabor a quemado. Tanto en arroces como guisos, puedes añadir trozos de patata cruda y dejar la comida reposar hasta que surja el efecto deseado. Luego, retira las patatas y sirve la comida como si nunca se hubiera quemado.
Para recetas que se han quemado en el horno, deberás intentar retirar las partes quemadas con mucho cuidado para no perjudicar los trozos aprovechables. En caso de arroces y comidas citadas anteriormente pero realizadas en horno, puedes aplicar los mismos trucos.
Cuando no sepas qué hacer si se quema la comida, pon a prueba todos estos trucos y recupérala.
El autor del artículo es Borja Lopez
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