Pelando tomates

Te explicamos cómo pelar los tomates fácilmente.

Los tomates no solo son ingredientes fundamentales dentro de la cocina mediterránea, sino que se trata de un alimento muy presente en la gastronomía mundial, protagonizando diversas recetas en las que su sabor resulta imprescindible. A pesar de lo mucho que lo empleamos, cada vez que es necesario pelar un tomate comienzan los dolores de cabeza, y es que si no lo hacemos de forma adecuada se pierde mucha pulpa y jugo necesario para nuestras recetas. Por eso te damos algunos trucos infalibles para que sepas cómo pelar tomates fácilmente.

Lo primero que debes tener en cuenta al momento de pelar tomates es que hacerlo con un cuchillo no es la mejor idea, a menos que el mismo se encuentre muy bien afilado y que vayas muy lento. De cualquier forma si el tomate está muy maduro y blandito, usar el cuchillo para pelarlo resultará difícil, por eso lo mejor es optar por otro método.

Ablandar un poco la piel del tomate es el mejor truco para conseguir pelarlo a la perfección aprovechando por completo su pulpa. Para ello deberás escaldarlos durante algunos segundos en agua hirviendo, un proceso mucho más rápido de lo que piensas y con resultados muy efectivos.

Comienza por realizar un corte superficial en cruz desde el centro del tomate hacia afuera, partiendo de la punta del tomate que no tiene el tallo. Esto te ayudará a desprender de forma simple la piel una vez que la misma se haya ablandado. Algunas personas prefieren retirar la zona del tallo o corazón del tomate porque la misma puede llegar a ser muy dura, si deseas puedes hacerlo de este modo.

Prepara una olla con agua y ponla a hervir, cuando haya alcanzado el punto de ebullición agrega cuidadosamente los tomates al agua y déjalos allí por máximo 20 segundos. Después retira con una espumadera o rasera y coloca cuidadosamente en un plato.

El calor del agua hirviendo habrá conseguido ablandar la piel del tomate de tal manera que solo tendrás que desprenderla por los puntos marcados usando tus manos y listo, los tomates estarán perfectamente pelados y sin desperdicios.

La autora del artículo es Débora De Sá Tavares