Charlota asturiana

Receta paso a paso de como cocinar charlota asturiana.

He puesto Charlota de Asturias, pero creo que en realidad se llama Charlota de Gijón, claro para mi siempre fue de Avilés, porque nunca la probé en otro sitio, osea que para que no haya problemas ni malentendidos, pongo Asturiana y me quedo tan ancha, que conste que soy nacida en Gijón y del Sporting de toda la vida, jaja, pero como lo más fácil es que cuando pidamos una charlota en Asturias nos pongan algo parecido a esto pues le tuneo un poco el nombre.

Por más que busqué hace más de 15 años no encontraba la receta de esta tarta, así que en su día tuve que más o menos pensar como podía hacerse, que pena que no existían los blogs de aquella, me hubiese resultado mucho más fácil hacerla. Yo he hecho una minitarta de 18cm, para ello utilicé la mitad de los ingredientes que pongo. Otra cosa....normalmente se adorna con guindas en almíbar, yo las he sustituido por frambuesas rehidratadas, en casa no gustan las guindas y es bobada ponerlas para que luego vayan a la basura. Y un apunte más, normalmente se rellena con turrón blando.....¡no tenía!, entonces inventé un poquito haciendo algo parecido a un praliné de almendra.....

Ingredientes

Base:

Capa de Nata:

Cobertura

Adorno:

Preparación

Para preparar la base, batimos los huevos con el azúcar hasta que estén espumosos, añadimos la harina tamizada poco a poco, echamos en un molde del tamaño de la tarta forrado con papel de horno y untado con un poco de mantequilla. Horneamos a 200º durante 8-10 minutos, con cuidado que no se queme. Yo esta vez lo hice en el microondas, lo cocí 3 minutos a máxima potencia (molde de 18 cm), primero 2 minutos y luego a intervalos de 20 segundos hasta que quedó cocido, cuidado porque aunque parezca que está bien en cuestión de 20 segundos puede chamuscarse y deshidratarse demasiado por el centro y casi no se ve.

Necesitaremos un molde desmontable, yo forré la base con papel de horno y para los laterales utilicé unas láminas plásticas de acetato, he comprobado que para estas tartas tipo mousse o flan es lo que mejor resultado da. Si no, podemos forrar con papel de horno y pasar un cuchillo con cuidado al desmoldar, en esta tarta en concreto es igual, ya que luego adornaremos los bordes con nata montada. Ponemos en el fondo el bizcocho y lo "salpicamos" con un poquito de leche para que no quede demasiado seco.

Hidratar la gelatina cortada en trozos en agua durante cinco minutos. Calentar un poco la leche, lo justo para que podamos disolver la gelatina. Una vez disuelta la gelatina dejar que esté casi fría del todo, añadir a la nata y empezar a montar de la manera habitual con las varillas, cuando esté casi lista, añadiremos el azúcar y acabamos de montar.

Repartimos 1/3 de la nata por encima de la base de bizcocho, y añadimos el turrón. El turrón puede mezclarse con un poco de leche para que quede más fino, puede ponerse desmigado sobre la nata, incluso hacerse más blando y hacer un churro de turrón por la parte más exterior de la tarta. Yo no tenía, para sustituirlo, molí un poco de crocanti de almendra y le añadí un poquito de miel, lo mezclé bien y lo desmigué por encima de la nata. Ponemos el resto de la nata por encima, alisamos con una cuchara y dejamos enfriar en la nevera un par de horas.

Para hacer la cobertura de chocolate, mezclamos la mantequilla, el chocolate y la nata y lo fundimos en el microondas a potencia media durante un minuto y medio. Lo sacamos y removemos hasta conseguir que la cobertura adquiera el color habitual y se vea brillante. Vamos enfriando un poco removiendo sin parar y cuando empiece a perder calor, echamos por encima de la tarta, no hace falta tocarla con la cuchara ni con nada, por su propio peso va extendiéndose y llegando a los bordes, como mucho podemos mover el molde de un lado a otro para ayudar a que el chocolate llegue a los extremos. Dejar en la nevera hasta el día siguiente que es cuando decoraremos la tarta.

Esta tarta admite perfectamente la congelación, es más, hay personas que incluso la sirven un pelín congelada. Podemos llegar a este punto, congelarla y luego sacarla el día en cuestión y adornarla.

Para adornarla, montamos la nata con el azúcar y los sobres de estabilizante, estos no son imprescindibles, pero yo suelo usarlos porque me da miedo que la nata se empiece a bajar. Con una manga con boquilla, adornamos todo el lateral. La decoración central consiste en unos círculos concéntricos de nata y cerezas en almíbar. Donde yo he puesto puntitos de nata, debería haber hecho una especie de espigas hechas con un palillo, pero como que no quisieron salir y la verdad es que de concéntricos tienen poco, pero bueno.....habrá que ensayar más.....Una vez lista la tarta, a la nevera y a disfrutar bien fresquita...

La autora de la receta es María (Recetines Asgaya) - La foto de portada también.