Trufas de cacao

Receta paso a paso de como cocinar trufas de cacao.

Ya os adelantamos que a nosotros nunca nos han hecho gracia las trufas de cacao, de hecho es un dulce que siempre nos ha empalagado y que sinceramente, nos cansaba. Pero claro, nos referimos a esas trufas que se venden en los comercios y en las pastelerías de barrio, hechos con grasas diferentes a la mantequilla y que tras probar un par de ellas, ya no quieres más. Nada que ver con las de una buena confitería, hechas con mantequilla de calidad y buen cacao, uno paga mucho más por ellas pero nota realmente la diferencia, es entonces cuando nos encontramos ante un dulce diferente, sustancioso y nada pesado con el que uno se replantea hacerlo en casa.

Pues la calidad de las trufas hechas en casa es la misma o mejor aún, porque además de ser algo sencillísimo, conoces lo que contienen y no hay trampa alguna. Ya os avisamos que no hacen falta máquinas, ni logísticas complejas, sólo un cazo, un par de cucharas y mucho frío ya que no es un postre fácil en cocinas muy calurosas, y es importante atender bien a las temperaturas. Entonces, ahí queda la elección, pagar mucho dinero por ellas en confiterías de altos vuelos, o hacerlas en casa por unos pocos euros. Además creemos que es un postre ideal como petit fours en vuestras celebraciones y por ende en vuestras mesas navideñas, ideales para complementar la bandeja de turrones y dulces, si es que con ella no tenemos suficiente, y sorprender. Porque sorprenden y mucho.

Ingredientes

Preparación

Tan sencillo como poner la nata y el azúcar en un cazo al fuego y mezclar hasta que hierva, asegurando que el azúcar queda bien disuelto.

Apartamos del fuego, añadimos la mantequilla y el chocolate en trocitos y mezclamos con ayuda de unas varillas hasta que esté todo bien integrado. Si la mantequilla está a temperatura ambiente debería ser suficiente con el calor residual de la nata, pero si no es así, podéis calentar la mezcla al baño maría para que resulte más fácil este paso.

Por último, añadimos la yema y el coñac y removemos hasta que se integren por completo.

Echamos la mezcla en un recipiente y, cuando temple, tapamos con film y reservamos en la nevera.

Una vez se haya solidificado bien, procederemos a formar las trufas. Nosotros las hicimos al día siguiente.

Con las manos, si las queréis redondas, o con dos cucharitas a lo 'rústico', como veáis. Nosotros preferimos con 2 cucharitas porque es más limpio y además quedan más sugerentes. Si optáis por este método usad 4 cucharitas, las 2 que no uséis las vais manteniendo frías en el congelador, al usarlas unas cuantas veces las cambiáis.

Emborrizarlas con cacao. ¡Qué locura!

Vamos poniéndolas en un recipiente hermético.

Las llevamos a las nevera de nuevo unas horas ¡y a comer! Aguantan unos días refrigeradas, pero también tenéis la opción de congelarlas.

Fuente: Mercado Calabajio