Pollo a la portuguesa

Receta paso a paso de como cocinar un pollo a la portuguesa.

Se acercan los primeros fríos, y que mejor que cocinar el guiso que más gratos recuerdos trae de mi infancia. No veía la hora de llegar a la casa de mi abuela y ya  subiendo por el ascensor, se me hacía agua la boca sintiendo ese increíble aroma que se colaba por todos lados. Cuando abría la puerta, salía corriendo hacia  la cocina y agarraba un pancito para robar un poco de esa humeante y burbujeante salsa. La nona me levantaba en peso, pero a mí no me importaba nada jaja. Solo cerraba los ojos y me dejaba embriagar por el gusto de ese manjar digno de Dioses.

Como todo clásico, tenemos que invertir un buen tiempo para su cocción. El secreto del éxito consistirá en cocer el pollo a fuego lento, por más de dos horas, hasta que la carne casi se desprenda del hueso y quede bien tiernita.

Pero basta de palabras y vamos a la receta...

Ingredientes

Especias Utilizadas:

Preparación

Troceamos el pollo, cortamos en presas y le quitamos la piel, salvo a las alas. La pechuga la dividimos en dos. Cortamos y descartamos  la parte final del hueso de la pata.

Lo salamos con sal gruesa o parrillera y comenzamos a dorar las piezas en una cacerola con aceite de oliva extra virgen.

Mientras se dora nuestro pollo, cortamos la cebolla y el morrón en juliana gruesa.

Reservamos las piezas doradas en una bandeja. Saltamos la cebolla y el morrón, revolviendo con una cuchara de madera a fin de incorporar el fondo del pollo a los vegetales.

Cuando la cebolla empieza a transparentar, agregamos el ajo picado y revolvemos.

Un minuto después, agregamos las piezas de pollo que habíamos reservado...

...y sumamos el vino blanco. En este caso utilicé un Chardonnay. Ojo!!, eviten utilizar un vino ordinario. No les digo que sea el mejor del mundo, pero debe ser uno que se deje tomar y tenga un gusto agradable. Yo utilicé medio litro y no se lo puse todo porque siempre tiene que quedar una buena copa para lubricar la garganta del cocinero...

Ahora que tenemos el medio líquido, aprovechamos para condimentar con ají molido, Pimentón Dulce, y curry ahumado.

Agregamos el tomate triturado. Si van a utilizar conservas, olvídense del puré de tomates. Utlicen latas o botellas de marcas reconocidas y de buena calidad.  Prueben el producto antes de usar y si está demasiado ácido descártenlo, porque de lo contrario nos arruinaría toda la preparación.  De todos modos, adicionaremos una cucharada sopera de azúcar para contrarrestar la acidez natural del tomate y realzar todos los sabores. Cuando rompa el hervor, bajamos el fuego al mínimo y tapamos la cacerola por media hora.

Destapamos, y terminamos de condimentar con orégano, unas ramitas de tomillo y dos o tres hojas de laurel. Revolvemos bien con una cuchara de madera.

Dejamos reducir a fuego lento. Este proceso durará bastante tiempo.

Quince minutos antes de terminar el plato, agregamos unas arvejas naturales. Si no están en época pueden comprarlas congeladas. Pero por favor no usen las de lata.

Un minuto antes de apagar el fuego,  picamos y agregamos la parte verde de la cebollita de verdeo. Luego, cerramos la hornalla, tapamos la olla y dejamos descansar por espacio de 5 minutos para que todos los sabores se concentren.

Destapamos y servimos nuestro pollo en una fuente, espolvoreamos con perejil picado y llevamos a la mesa.

compañamos una buena porción con arroz blanco con un chorrito de aceite de oliva. Y a disfrutar!!

Fuente: Contacto con lo Divino