Tarta Bakewell

Receta de como cocinar una deliciosa tarta Bakewell.

Sabéis que me gusta recorrer el mundo, gastronómicamente hablando. Así que hoy nos vamos a uno de mis países favoritos en cuestión de respostería casera, Gran Bretaña, y lo hacemos de la mano de esta tarta tradicional Británica, sencilla y exquisita a la vez. Se trata de la Tarta Bakewell, una tarta que consiste en una base de masa quebrada y un relleno con una capa inferior de mermelada, a ser posible acidilla y una cobertura de crema de almendras o crema frangipane que ya hemos visto en recetas anteriores.

Como todos los postres con fama extendida a lo largo de la geografía, tiene su historia. Su origen la situa en el pueblo de Bakewell (Derbyshire) y concretamente en la posada White Horse Inn, en la que el cocinero su cocinero cuando fue a preparar una tarta de fresas, añadió por error una capa superior con huevo y almendras. El resultado gustó tanto que se convirtió rápidamente en el postre mas popular de dicha posada. ¿Os lo creeis? Yo tengo mis dudas, pero como todo lo que resulta tan manido se encuentra envuelto en su halo de misterio….

En cualquier caso, la tarta resulta exquisita. y la podeis rellenar con todos los rellenos que se os ocurran, desde mermeladas, compotas, lemod curd…. pero eso si os aconsejo que sean acidillos para contrarrestar la consistencia y el sabor intenso del frangipane.

Os aconsejo también que le añadáis extracto de almendra, le da el punto especial, aunque como tiene un punto de almendra amarga, no a todo el mundo gusta. Sin embargo para mi es crucial el añadido del extracto para conseguir el punto bakewell ya que como os digo le da carácter, sin remarcar prácticamente el punto de almendra amarga, lo justo para romper el dulzor.

Podéis hacerla casera de principio a fin, con mermelada de esas que guardáis con tanto cariño en la alacena, la masa quebrada con la receta que os acompaño, (u otra que os guste) y el frangipane. Pero si tenéis prisa, la mermelada comprada, o la pasta brisa de super os servirán de apaño, aunque os aseguro que no es lo mismo, sobre todo en lo que se refiere a la pasta brisa. Recordad que es sencilla y comoda para preparar en casa ;).

Eso si, como la crema de almendras, aunque es rica un rato largo, es contundente, y la tarta debe ser bajita…. Así que elegid un molde de no menos de con 22 cm.

Una tarta de 10, con un relleno jugoso, y como véis de lo mas sencilla. Cada bocado es un pecado¡¡¡ masa quebrada, que envuelve mermelada de frutas y cobertura de frangipane…. lujuria total¡¡¡.

Vamos con la receta, que además podeis preparar con antelación, e incluso en etapas. Un día preparais la masa quebrada y la crema de almendras y otro la horneais:

Ingredientes

Para la masa quebrada:

Para la crema de almendras (frangipane):

Otros ingredientes:

Preparación

Comenzamos preparando el molde.

Os recomiendo utilizar un molde desmoldable, eso ayuda mucho en el momento de extraerlo para presentar la tarta. Podéis utilizar también uno de cerámica y servirlo en su interior, son bonitísimos.

Enmantecamos el molde, forramos la base de un molde desmoldable de unos 22 cm con papel de horno. Si utilizáis un molde de cerámica y luego queréis extraer la tarta sin problemas, cruzar dos tiras en forma de cruz en la base antes de colocar la masa quebrada, os ayudará a impulsar la tarta al exterior en el momento de desmoldarla. Reservamos

Comenzamos preparando la masa quebrada:

Yo la suelo preparar con Thermomix, pero en el modo tradicional es muy sencillo.

Introducimos todos los ingredientes en la Thermomix o en el accesorio picador de la batidora de mano, a excepción de las cucharadas de agua, y en el mismo orden que aparecen. En Thx accionar 30 segundos velocidad 6, en el resto de maquinas pulsar unos segundos a intervalos hasta que tengamos una especie de migas. Corregimos la textura con el agua restante, pues debe quedar lo justo de húmeda para que se pueda cohesionar. Si ha quedado muy seca y las migas no se unen añadimos el agua, cucharada a cucharada y mezclamos.

Si lo hacemos con la técnica manual, ponemos la harina, la sal y el azúcar sobre la mesa y mezclamos, añadimos la mantequilla muy fría cortada en pedacitos y meclamos con la punta de los dedos para no recalentar en exceso la masa. Hacemos un hueco en el centro, como si se tratase de un crater y vertemos el huevo ligeramente batido con el extracto de almendras. Mezclamos con la punta de los dedos sin sobre trabajar la masa. Si fuese necesario añadimos el agua, primero una cucharada y luego si aun así la masa no se aglutina en una bola, la otra. Cada harina es un mundo y no absorbe la misma cantidad de agua que otra, ni los huevos son todos del mismo peso exacto….

Sacamos la masa de la Thx y formamos una bola aplanada. No amasar, tan solo arrejuntar las migas en una bola. Envolvemos en papel film y llevar al frigorífico por espacio de 30 minutos. Aquí podeis optar por refrigerar la masa hasta el día siguiente o continuar con la tarta.

Precalentamos el horno a 200ºc, calor arriba y abajo.

Sacamos la masa y depositamos nuestra bola entre dos hojas de papel encerado. La estiramos con un rodillo hasta que tenga un grosor de 2-3 mm. Recordar que siempre debemos estirar en el mismo sentido y levantando y girándola siempre un cuarto de vuelta la masa tras cada estirado.

Cortamos una circunferencia del tamaño del molde que vayamos a utilizar, mas el de los laterales y un poquito mas. En mi caso el molde era un molde desmoldable de 22 cm y 3, 5 de alto, por lo que mi base fue de aproximadamente unos 29 cm.

Retiramos uno de los papeles y con mucho cuidado, llevamos la masa sobre el molde previamente preparado. Retiramos el otro. Si vemos que al retirarlo no se despega y se rompe la masa, refrigeramos 10 minutos. Eso es que se ha recalentado y la mantequilla está demasiado blanda. Al enfriar nos resultará muy fácil despegarlo.

Cocemos entonces la masa en blanco, es decir sin relleno. Para ello cubrimos la masa con papel de hornear y colocamos unos pesos. Yo tengo bolas de cerámica, pero unos garbanzos os servirán igual. Llevamos al horno durante 10 minutos.

Extraemos, retiramos el papel y los pesos y pintamos el interior con huevo batido, para que luego al colocar la mermelada no humedezca el interior de la base de la tarta.

Horneamos otros 10 minutos. Sacamos del horno y dejamos enfriar.

Mientras la masa enfría o se hornea, preparamos la crema frangipane:

Meclamos la mantequilla con el azúcar glass y la pizca de sal con las varillas de la batidora, con una cuchara de palo o con el accesorio de pala de Kitchen Aid a velocidad baja. No queremos introducir aire, solo mezclarlo hasta tener una masa homogénea.

Añadimos los huevos uno a uno, el extracto de almendra y mezclamos de nuevo. Por último añadimos la almendra molida y harina tamizada. Volvemos a mezclar. Introducimos en una manga pastelera y al frigo. En este paso, al igual que ocurre con la masa quebrada podeis refrigerar toda la noche y montar y hornear la tarta al día siguiente.

Vamos con el montaje:

Cubrimos la base de la tarta horneada con una capa de mermelada, en mi caso de frambuesas y fresas casera.

Cortamos la punta de la manga pastelera y repartimos la crema frangipane por encima, haciendo una rosca. Alisamos con una espátula con cuidado de que no se nos junten los dos rellenos.

Y espolvoreamos la superficie con almendras laminadas.

Al horno con ella durante 30 minutos, o hasta que veamos que el relleno está firme y dorado.

Una vez horneada, sacamos del horno y depositamos sobre una rejilla hasta su total enfriamiento. Ojo, esperar hasta que esté totalmente fría para cortar, yo fui impaciente y como veis la mermelada no estaba lo suficientemente firme.

A la hora de servir, espolvoreamos con azúcar glass y servimos, como postre de una comida o sencillamente acompañada de un té negro o un buen café. Pura delicia.

La autora de la receta es Virginia